THE LUTHIER
Qué es ese ruido tan espantoso??? El mundo se ha desafinado... dónde está el afinador?? "Señor conoce usted al Luthier?? de cualquier instrumento no importa!" "Señor! Señor!!!!! me escucha??? a dónde va???" El hombre huye... pero por qué?, "Señor a todos nos afecta este estruendo horripilante, debemos hacer algo!" El hombre huye de mi... al parecer por el estrepitoso ruido de mis ruegos... Abro la boca y todos huyen, entonces soy yo la desafinada??
Luego de días entre mi propio bullicio aturdido, he perdido el oído. Nada suena... veo en sus caras el terror, los veo correr mientras se tapan los oídos al caminar cerca de mi. Y en medio de este ruido incesante, comienzo a escuchar mi ruido interno... es vacío, hueco, clic, clac, clouuu, sin afinación, desabrido e inconstante. Me acostumbro a él, me arrulla hasta quedarme dormida.
CLIC, CLAC, CLOUUU, CLIC, CLAC, CLOUUU!!! Déjame dormir ruido inmundo, cállate! cállateeeeeee, es un ruido como el de un grifo maltrecho, está abierto y no sé cómo cerrarlo. Comienzo a llorar desafinadamente y el mundo a temblar por espanto, sueno horrible y no hay nada que hacer... La horda furiosa entre sus reclamos sordos, me miran desesperados, traen máquinas fulminantes, como las de los bomberos en Fahrenheit, piensan quemarme! y lloro cada vez más desafinado, más horripilante, más desabridamente: CLAAAAC, CLACCCCCC, CLACCCCC, es lo más afinado que puedo decir, sin embargo, ellos se siguen lamentando, lo veo en sus caras horrorizadas, y entre una ineludible muerte ellos me rodean, y siento el fuego de sus mangueras postapocalípticas quemar mi desafinada corteza...
Y mi llanto chirriante se consume entre la hoguera, y el clic, clic, clou, clac, claaaa, cliiiiiiiiiiii, iiiimmm, uuuuhhhhhhh comienza a afinarse. Y todos me miran sorprendidos, ha llegado el Luthier, mi Luthier, con su apacible afinación, sueno mejor, mucho mejor... La horda se disipa, el ruido del mundo ha recuperado su armonía y escucho en medio de un bosque ancestral, el sonido de la madera tambaleándose por el viento, el canto y aleteo de pájaros libres, y ahora mi ruidito afinado entre palabras inentendibles (parece otro idioma), pero la afinación es contundente. El Luthier ha llegado y sonamos tan bien... tan fantásticamente bien...
